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fernando
Etienne y Felipe
billete
Pelea
rodrigo cuchillo
Crítica de Gonzalo Vidueira
Felipe y Elenco:
Creo que siempre es gratificante ver arte, y lo que acabo de ver es arte, sencillo, iniciático, pero también puro y cercano, por lo que los felicito de partida. Un final inesperado y perturbador que comento más abajo, así es que gracias de antemano por ser como son.
Primero un análisis técnico: Me gustó el inicio, siempre es bueno en un corto con las características propias del género que ustedes explotan, que a mi juicio es un drama realista negro de autor, y que este contenga tomas detalladas de objetos que salen de la nada, pero que anticipan y nos dicen “mírame hueón, por algo estoy aquí” y el ritmo musical logrado es de buen nivel, es un stop para los que van a ver la película, “o me prestas atención o no vas a entender nada”, y es algo propio de todo buen proyecto que no vaya sólo a “entretener”, palabra absolutamente manipulada en nuestros días por el Kike Morandé y cuanta farándula guste de esclavizar conciencias. Segundo un buen guión, coherente, cerradito y con mensaje, y este se logra por un manejo criterioso de la edición que me parece de lo mejor, en el sentido de que soluciona inteligentemente el desorden cronológico que se plantea. Es muy bueno lo hecho en la escena central que a mi juicio es la del tipo sólo contra el espejo, esta imagen es perturbadora, muy bien lograda, salvo la destrucción del mismo (el espejo), que da la impresión de que tira una piedra... esa piedra, aunque sea una piedra pómez, no tiene porqué estar ahí, pero está, no se si es un mensaje, si lo es, mis disculpas, no lo entendí; pero si no dice nada el estado de esa piedra (que no está en la bandeja en la “jalá” que se pega en el baño, pero después plum, aparece), que tire un súper cepillo de dientes, no broma, pero un objeto que sea propio del baño, que lo observe, que haya un juego con la cámara. Cuidado con esos detalles, la diferencia en esos mensajes es lo que hace de una buena escena (que no tienen que ser todas, uno nunca se acuerda de todos los planos y tomas, pero hay escenas que ameritan cierto tratamiento, ellas van dirigidas por el guión, y recomiendo en lo personal el revisar hasta el último detalle en ellas mismas, recomiendo el uso de storyboards o dibujos previos para planificar antes de la toma) igual una excelente escena.
Generalmente en este tipo de películas donde se mezcla la bilateralidad de la atención (explicada como dos sujetos en conflicto), algo muy propio del teatro y la actuación en general. Pasa que a nivel de tomas hay poca variedad de tamaños, y esto te impide que en la confección de planos en la edición, haya utilización de la variedad de tamaños, por lo cual no se comprende del todo un montaje fotográfico de la misma. A lo que voy, es que siempre es gustoso en términos puramente fotográficos (estética), el que exista un juego con la cámara, que exista depuración en las tomas, siempre que esto no vaya en contra de las técnicas de economía de rodaje, algo que se nota manejan, no vi ni un solo jump cut y eso se agradece.
En el mismo sentido, cuando uno piensa una pelea, o un hecho de violencia, la cámara debe abordar todo lo que pasa, pues uno en cierto sentido tiene que generar la empatía, una toma de pelea bien lograda a mi parecer es aquella que un cabro chico viéndola grita.. “pégale”, “el medio combo”, si uno no provoca eso no logra esa empatía. No es que esté mala, pero por ejemplo a mí me ha servido el ver películas de peleas y diferenciarlas de “el gran” cine de pelea.
Otro aspecto técnico que te quiero destacar es la música, muy bien manejada, muy adecuada, excelente y hasta me gustó. Detalles de sonido, el clásico problema de los espacios cerrados, modulación (y en esto no culpo a los actores), eco, y ruido ambiente. Es un defecto que sólo se anula con lucas hasta donde llega mi conocimiento, por lo que solamente es algo para criticar para una futura producción de Chilefilm, pues a este nivel debo decir que es de lo mejorcito que he visto. Pero siempre se puede mejorar, y es absolutamente mejorable el tema de las voces, pues si no se escucha cabalmente, el que pierde es el guión, y eso es para todos los que hemos sido autores una cuestión muy importante.
Otro detalles es cuando Fernando, al cual conocí y le envío un saludo (de la época del colegio en el Alonso), tiene los lentes en un recinto cerrado, está bien, el día era caluroso pero ¿es algo fundamental?, acto seguido, el típico “yo soy choro” se saca los lentes para ver finalmente a Bobenrieth, y los deja al lado. Luego los lentes no se ven más en la película, se pierden, así como que se los traga el infinito, y eso que es un asesinato. Yo no estoy en contra de los lentes, pero fíjate en tal caso que se los mantenga, que cumplan una función, el careo entre los dos y Fernando con lentes, pierde expresividad pero el romper lentes es algo tan rompedor como el romper el espejo, podría haber agregado características a la pelea, en esos detalles, que son detalles, casi de maniático que soy, quizás esté el paraíso del cinéfilo. Tranquilo, no hago este ejercicio con todas las películas que veo, sólo con las que me piden hacer una crítica.
Felicito la secuencia del recuento frente al espejo, muy bien lograda en términos de edición, me quedo clarito la vida de él, y morir para mí es una cuestión seria, y le creo eso, muy bien logrado nuevamente. La escena con la mamá, muy buena también, es allí donde él toma su decisión de morir, se me cierra todo allí, y la conectan muy bien con el final, es simplemente pavoroso lo tranquila que termina la película, muy buen final, y ojo que me cuesta ver buenos finales, últimamente les recomiendo ver los finales de “Scoop” de Woody Allen y de “Los amantes del círculo polar” y “Lucía y el sexo” de Julio Medem.
En cuanto al argumento y las cuestiones de fondo: No me deja de parecer inquietante el mensaje, por etiquetarlo de alguna manera “Prefiero salir de mi vida, a salir de esta weá”, eso es meterse en la psicología de los personajes. Bien Felipe, se nota que hay conocimiento del tema, pues una de las cosas fundamentales es que se conozca la “realidad”, esto tiene dos sentido que me permito hacer una reflexión fuera de la crítica, por un sentido lo grafico como que si uno va a hablar de un weón que está loco, que se haga la pregunta ¿qué locos conozco?, ¿podré ir al “Peral” a cachar si los locos son como yo los estoy caracterizando en el guión?. Por otra parte, este sentido de la realidad, no es como algunos pretenden decir, “yo muestro la realidad objetiva de las drogas, que el espectador saque sus propias conclusiones” ¡Bull cheat! El cine de autor, lo es porque el espectador –que a todo esto es “quien algo espera”- analiza los argumentos que muestra el autor, o es acaso que los que pretender designarse como “objetivos” no escogieron la forma de montaje, las palabras del guión, y que no primó en la realización de la película su visión o la del equipo dentro del argumento... no seamos hipócritas, el arte es siempre subjetiva, distinto es que se manipule la verdad, o se obligue a las personas a pensar de una determinada manera, eso es grave, pero la subjetividad, la subjetividad es la riqueza, lo otro es ciencia.
Una de las pegas más complicadas de un director-guionista es como hacer que el grupo funcione bien y el argumento se traduzca bien, y envidio sanamente la buena onda que acompaña un trabajo bien hecho, creo que ese es el pilar más grande de este trabajo, y se ve, créelo.
Finalmente termino felicitándote, y en tu nombre, hazlo extensivo al resto, aquí hay mucha pasta, ojalá yo pudiera hacer la mitad de lo que ustedes llevaron a película, pero carezco de creatividad en estos días, atrofiado por el mundo del derecho en mi calidad artística, y dedicado más que nada a las cuestiones filosóficas y políticas. Lo que me da mucho respeto, es que hay una visión de la sociedad, del individuo, de soltarse a los placeres hasta el absurdo, esto es lo que hace la película, y les digo que no deja de ser inquietante lo placentero que termina con un tipo entrando en bicicleta a unos camarines... final que yo no soy ni capaz de igualar en este comentario, en que me limito a decir.
“Chicas y chicos, muchas gracias”
Gonzalo Vidueira.
Felipe y Elenco:
Creo que siempre es gratificante ver arte, y lo que acabo de ver es arte, sencillo, iniciático, pero también puro y cercano, por lo que los felicito de partida. Un final inesperado y perturbador que comento más abajo, así es que gracias de antemano por ser como son.
Primero un análisis técnico: Me gustó el inicio, siempre es bueno en un corto con las características propias del género que ustedes explotan, que a mi juicio es un drama realista negro de autor, y que este contenga tomas detalladas de objetos que salen de la nada, pero que anticipan y nos dicen “mírame hueón, por algo estoy aquí” y el ritmo musical logrado es de buen nivel, es un stop para los que van a ver la película, “o me prestas atención o no vas a entender nada”, y es algo propio de todo buen proyecto que no vaya sólo a “entretener”, palabra absolutamente manipulada en nuestros días por el Kike Morandé y cuanta farándula guste de esclavizar conciencias. Segundo un buen guión, coherente, cerradito y con mensaje, y este se logra por un manejo criterioso de la edición que me parece de lo mejor, en el sentido de que soluciona inteligentemente el desorden cronológico que se plantea. Es muy bueno lo hecho en la escena central que a mi juicio es la del tipo sólo contra el espejo, esta imagen es perturbadora, muy bien lograda, salvo la destrucción del mismo (el espejo), que da la impresión de que tira una piedra... esa piedra, aunque sea una piedra pómez, no tiene porqué estar ahí, pero está, no se si es un mensaje, si lo es, mis disculpas, no lo entendí; pero si no dice nada el estado de esa piedra (que no está en la bandeja en la “jalá” que se pega en el baño, pero después plum, aparece), que tire un súper cepillo de dientes, no broma, pero un objeto que sea propio del baño, que lo observe, que haya un juego con la cámara. Cuidado con esos detalles, la diferencia en esos mensajes es lo que hace de una buena escena (que no tienen que ser todas, uno nunca se acuerda de todos los planos y tomas, pero hay escenas que ameritan cierto tratamiento, ellas van dirigidas por el guión, y recomiendo en lo personal el revisar hasta el último detalle en ellas mismas, recomiendo el uso de storyboards o dibujos previos para planificar antes de la toma) igual una excelente escena.
Generalmente en este tipo de películas donde se mezcla la bilateralidad de la atención (explicada como dos sujetos en conflicto), algo muy propio del teatro y la actuación en general. Pasa que a nivel de tomas hay poca variedad de tamaños, y esto te impide que en la confección de planos en la edición, haya utilización de la variedad de tamaños, por lo cual no se comprende del todo un montaje fotográfico de la misma. A lo que voy, es que siempre es gustoso en términos puramente fotográficos (estética), el que exista un juego con la cámara, que exista depuración en las tomas, siempre que esto no vaya en contra de las técnicas de economía de rodaje, algo que se nota manejan, no vi ni un solo jump cut y eso se agradece.
En el mismo sentido, cuando uno piensa una pelea, o un hecho de violencia, la cámara debe abordar todo lo que pasa, pues uno en cierto sentido tiene que generar la empatía, una toma de pelea bien lograda a mi parecer es aquella que un cabro chico viéndola grita.. “pégale”, “el medio combo”, si uno no provoca eso no logra esa empatía. No es que esté mala, pero por ejemplo a mí me ha servido el ver películas de peleas y diferenciarlas de “el gran” cine de pelea.
Otro aspecto técnico que te quiero destacar es la música, muy bien manejada, muy adecuada, excelente y hasta me gustó. Detalles de sonido, el clásico problema de los espacios cerrados, modulación (y en esto no culpo a los actores), eco, y ruido ambiente. Es un defecto que sólo se anula con lucas hasta donde llega mi conocimiento, por lo que solamente es algo para criticar para una futura producción de Chilefilm, pues a este nivel debo decir que es de lo mejorcito que he visto. Pero siempre se puede mejorar, y es absolutamente mejorable el tema de las voces, pues si no se escucha cabalmente, el que pierde es el guión, y eso es para todos los que hemos sido autores una cuestión muy importante.
Otro detalles es cuando Fernando, al cual conocí y le envío un saludo (de la época del colegio en el Alonso), tiene los lentes en un recinto cerrado, está bien, el día era caluroso pero ¿es algo fundamental?, acto seguido, el típico “yo soy choro” se saca los lentes para ver finalmente a Bobenrieth, y los deja al lado. Luego los lentes no se ven más en la película, se pierden, así como que se los traga el infinito, y eso que es un asesinato. Yo no estoy en contra de los lentes, pero fíjate en tal caso que se los mantenga, que cumplan una función, el careo entre los dos y Fernando con lentes, pierde expresividad pero el romper lentes es algo tan rompedor como el romper el espejo, podría haber agregado características a la pelea, en esos detalles, que son detalles, casi de maniático que soy, quizás esté el paraíso del cinéfilo. Tranquilo, no hago este ejercicio con todas las películas que veo, sólo con las que me piden hacer una crítica.
Felicito la secuencia del recuento frente al espejo, muy bien lograda en términos de edición, me quedo clarito la vida de él, y morir para mí es una cuestión seria, y le creo eso, muy bien logrado nuevamente. La escena con la mamá, muy buena también, es allí donde él toma su decisión de morir, se me cierra todo allí, y la conectan muy bien con el final, es simplemente pavoroso lo tranquila que termina la película, muy buen final, y ojo que me cuesta ver buenos finales, últimamente les recomiendo ver los finales de “Scoop” de Woody Allen y de “Los amantes del círculo polar” y “Lucía y el sexo” de Julio Medem.
En cuanto al argumento y las cuestiones de fondo: No me deja de parecer inquietante el mensaje, por etiquetarlo de alguna manera “Prefiero salir de mi vida, a salir de esta weá”, eso es meterse en la psicología de los personajes. Bien Felipe, se nota que hay conocimiento del tema, pues una de las cosas fundamentales es que se conozca la “realidad”, esto tiene dos sentido que me permito hacer una reflexión fuera de la crítica, por un sentido lo grafico como que si uno va a hablar de un weón que está loco, que se haga la pregunta ¿qué locos conozco?, ¿podré ir al “Peral” a cachar si los locos son como yo los estoy caracterizando en el guión?. Por otra parte, este sentido de la realidad, no es como algunos pretenden decir, “yo muestro la realidad objetiva de las drogas, que el espectador saque sus propias conclusiones” ¡Bull cheat! El cine de autor, lo es porque el espectador –que a todo esto es “quien algo espera”- analiza los argumentos que muestra el autor, o es acaso que los que pretender designarse como “objetivos” no escogieron la forma de montaje, las palabras del guión, y que no primó en la realización de la película su visión o la del equipo dentro del argumento... no seamos hipócritas, el arte es siempre subjetiva, distinto es que se manipule la verdad, o se obligue a las personas a pensar de una determinada manera, eso es grave, pero la subjetividad, la subjetividad es la riqueza, lo otro es ciencia.
Una de las pegas más complicadas de un director-guionista es como hacer que el grupo funcione bien y el argumento se traduzca bien, y envidio sanamente la buena onda que acompaña un trabajo bien hecho, creo que ese es el pilar más grande de este trabajo, y se ve, créelo.
Finalmente termino felicitándote, y en tu nombre, hazlo extensivo al resto, aquí hay mucha pasta, ojalá yo pudiera hacer la mitad de lo que ustedes llevaron a película, pero carezco de creatividad en estos días, atrofiado por el mundo del derecho en mi calidad artística, y dedicado más que nada a las cuestiones filosóficas y políticas. Lo que me da mucho respeto, es que hay una visión de la sociedad, del individuo, de soltarse a los placeres hasta el absurdo, esto es lo que hace la película, y les digo que no deja de ser inquietante lo placentero que termina con un tipo entrando en bicicleta a unos camarines... final que yo no soy ni capaz de igualar en este comentario, en que me limito a decir.
“Chicas y chicos, muchas gracias”
Gonzalo Vidueira.
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Muy bueno el Corto. Felicitaciones!
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